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La máquina para DEXA envía un haz delgado e invisible de dosis baja de rayos X con dos picos de energía distintos a través de los huesos que son examinados. Un pico es absorbido principalmente por el tejido blando y el otro por el tejido óseo. La cantidad de tejido blando puede sustraerse del total y lo que restante es la densidad mineral ósea del paciente.
Las máquinas DEXA cuentan con un software especial que computa y visualiza las mediciones de densidad ósea en un monitor de computadora.
El día del examen usted puede alimentarse normalmente. No deberá ingerir suplementos con calcio en ninguna presentacion durante al menos 48 horas antes del examen.
Deberá utilizar ropa cómoda y suelta, evitando prendas que tengan cierres, cinturones o botones de metal. Se deben sacar los objetos tales como llaves o billeteras que pudieran encontrarse en el área a examinar.
Se le puede solicitar que se quite toda o parte de su vestimenta y que utilice una bata durante el examen. También se le puede solicitar que se quite joyas, dentadura postiza, lentes y cualquier objeto de metal o vestimenta que pueda interferir con las imágenes de rayos X.
Este examen generalmente se realiza en pacientes ambulatorios. En el examen central de DEXA, que mide la densidad ósea en la cadera y la columna, el paciente se recuesta en una mesa acolchada. Un generador de rayos X se encuentra ubicado debajo del paciente y un dispositivo de imágenes, o detector se posiciona arriba.
Para evaluar la columna, las piernas del paciente se apoyan en una caja acolchada para aplanar la pelvis y la parte inferior lumbar de la columna. Para evaluar la cadera, el pie del paciente se coloca en una abrazadera que rota la cadera hacia adentro. En ambos casos, el detector pasa lentamente por el área, generando imágenes en un monitor de computadora.
Usted debe permanecer inmóvil y se le puede solicitar que contenga la respiración por unos segundos mientras se toma la imagen de rayos X para reducir la posibilidad de que ésta resulte borrosa. Los exámenes de densidad ósea son rápidos y no son dolorosos. Pueden ser necesarias evaluaciones rutinarias cada dos años para observar un cambio significativo, ya sea disminución o aumento en la densidad ósea.
Un radiólogo, un médico específicamente capacitado para supervisar e interpretar los exámenes de radiología, analizará las imágenes, quien emitira un reporte a usted con los resultados.
Beneficios